La violencia digital, también conocida como pornovenganza, ha cobrado la vida de muchas mujeres, pues tras el acoso, la violencia, la estigmatización en contra de la víctima, en varias ocasiones las ha orillado a quitarse la vida. Tal es el caso de una mujer policía de Argentina que se pegó un tiro en la cabeza, luego de su ex pareja viralizara video y fotos íntimas de ella.
De acuerdo con lo contado por su familia a medios locales, Belén San Román de 25 años no aguantó la violencia que a diario recibía por el simple hecho de haber confiado en quien era su pareja. La historia que ha conmovido a los habitantes de Argentina, refleja tan sólo un poco de lo que viven cientos de mujeres en el mundo debido a la violencia digital o violencia cibernética. De acuerdo con el Clarín, Belén San Román era policía de la Bonaerense en Bragado, Argentina. Además era madre de dos pequeños. Murió el pasado 4 de diciembre.
Tras su suicidio, buscan que se apruebe el proyecto de ley contra la “pornovenganza”, la cual tiene ya media sanción en el Senado. Al respecto, el padre de la víctima de violencia digital aseguró que la violencia machista mata.
“Que la muerte de Belén y otras Belén no sean impunes. Que la celeridad prime por sobre lo conveniente, la violencia machista en distintas modalidades MATA”, escribió don Jorge San Román en Facebook.
Clarín retomó la historia, en la que se relató que Belén vivió un tormento, luego de que su ex pareja Tobías Villarruel viralizara imágenes íntimas de la policía del Comando de Patrullas Rural. Primero, en su trabajo la sancionaron, le dieron un sumario administrativo de parte de la dirección general de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad Bonaerense.
Después sintió el acoso por ver sus imágenes en la red.
Ante el señalamiento y sus imágenes compartidas en las redes sociales sin su consentimiento, orillaron a la joven a quitarse la vida. El 30 de noviembre accionó una arma en su cabeza. Antes de tomar esta fuerte decisión, envió un mensaje a sus compañeros en el que alertaba lo que sucedería.
Al lugar, después de la tragedia, llegaron sus compañeros. Belén fue internada en un hospital de la zona. Su estado era grave. Sin embargo, nada se pudo hacer para salvarla. Murió el pasado viernes 4 de diciembre.
“Tobías Villarruel, de la ciudad de Chivilcoy, el que viralizó fotos y vídeos de mi hija, hostigándola y amenazándola, hizo que ella termine con su vida.
“Tan culpable esta lacra, como todos aquellos que viralizaron. El ser humano es la peor de las especies en este mundo enfermo. Ojalá sus sucias conciencias no los dejen vivir en paz”, escribió Graciela, la madre de Belén en su cuenta de Facebook.
-Mi hija fue- “víctima del perpetrador quien difunde las imágenes compartidas en la intimidad (¿quién no lo ha hecho?), víctima de quien recibe y comparte el material, víctima de quien o quienes pronuncian su nombre apuntando con el dedo o catalogando sin siquiera pensar en el daño que ocasionan, víctima del sistema que carece de leyes y abordaje inmediatos, víctima, víctima, víctima.
De nada sirve la conmoción colectiva cuando todo está consumado. Sólo sirve entender y enfatizarse que es comprometerse a ayudar a la víctima sin juzgarla. Perdón Belén”, sentenció el padre de Belén.