¿Cuánto dinero quemas en pirotecnia por las fiestas decembrinas?

“¡Kapum!, piiiiiiiiiiiiiiii!, ¡crik, crak!, ¡sssssshhhhhh!, así son los sonidos que (las bombitas) producen”, explica entusiasta Manuel Alejandro Chan Puch, vendedor de la tienda “Chácharas”.

Haciendo gala de todos los recursos de onomatopeya a su alcance, el hombre explica a los clientes cuáles son las características de los fuegos artificiales que ahí se ofrecen.

Con la llegada de las fiestas de Navidad y Año Nuevo aparece una variada oferta de pirotecnia que tradicionalmente se quema para la ocasión.

Requisitos comerciales

Pequeños, grandes, clásicos, innovadores, sofisticados, de inocente apariencia y poder insospechado, el escaparate es grande y variado, de procedencia nacional o extranjera.

La pirotecnia se ha ganado un lugar dentro de los indispensables para la noche de Navidad y Año Nuevo, por lo que ofrecerla implica un compromiso para los vendedores.

Ellos deben contar con los permisos pertinentes ante la Secretaría de la Defensa Nacional y adecuar sus espacios a la normatividad de las autoridades de Protección civil.

Por ejemplo, contar con volúmenes de almacenaje y de ventas por persona, extintores, baldes de agua, contenedores de arena, letreros de no fumar y estar alejados de fuentes de calor o ignición.

Unas baratas, otras caras

Los precios varían dependiendo del grado de sofisticación, de tal forma una caja con 20 piezas de velitas romanas o varitas de luces de bengala vale $3; 100 cerillitos a go gó están a $15, y 12 chifladores sencillos a $5.

Quizá como ningún otro artículo de pirotecnia, a las “cebollitas” se les conocen por un sinfín de nombres: “rabanitos”, “cometitas”, “estrellitas”, “ranitas”, “sapitos”, etcétera.

Su precio es de $15 por 100 piezas, una versión más grande llamada “Cometón” se vende en $40 por 100 piezas.

Si de poder se trata, cañones de 500 piezas están a $80 los chicos y $120 los grandes, una versión plus de altos decibeles son los “cañones bomba” de $40 por 100 unidades.

Una bolsa con 250 “palomas” número 1 (la básica por decirlo así) sale en $40, pero si se desea llevar la experiencia a niveles muy altos hay la “Paloma #6”: por $20 la pieza tiene la fuerza de más de 100 de las primeras detonando al mismo tiempo.

Para volar muy, muy alto hay “abejitas” a $15 para 12 piezas; varillas silvantes, 12 por $15, “pajareras” 12 por $10 y “cachonas” de 10 por $15.

Llegan nuevos explosivos

Los tradicionales “escupidores” pueden ser empleados por un niño siempre con la supervisión de un adulto. Usados correctamente no representan mayor riesgo, lanzan hasta 10 tiros o bocanadas y valen $45 la docena.

Entre las novedades está el “huevo animado“, hecho de verdaderos cascarones de huevo de gallina pintados en llamativos colores.

Su precio es de seis por $80 y el efecto que producen es de un tronido tenue acompañado de destellos de colores que ruedan por el piso.

Similar a estos son las “sopas Maruchan“, cuya apariencia es similar a ese producto aunque en tamaño son mucho más pequeñas. Se colocan en el piso y producen un efecto similar. Su precio es de $60 por 9 piezas, existen versiones de latas de cerveza y refresco.

“Frozen”es el nombre de un artefacto que se coloca en el suelo y provoca una intensa cascada de luces que alcanza casi un metro de altura.

El tema de las mascotas

La oferta es tan variada como los gustos de los compradores, según explica Manuel Alejandro. A su decir, la gente compra generalmente surtido y los montos son variados, algunos sólo $50 y otros hasta $100 ó $200.

También recordó que los artículos de pirotecnia son seguros si se manejan con la debida precaución y siempre por un adulto, los niños no deben jugar con fuego sin vigilancia.

Se le preguntó sobre los constantes llamados en redes sociales que hacen los defensores de los derechos de los animales para suprimir el uso de pirotecnia para no causar ansiedad o estrés en los perros.

El entrevistado se limitó a señalar que es respetuoso de lo que quieran creer las personas.

Sin embargo, consideró que la quema de pirotecnia en estas fechas es una tradición muy arraigada que difícilmente podría suprimirse mientras los oferentes se apeguen a las normas de venta de estos productos.

Muestra de productos

A 12 kilómetros de Mérida, sobre la carretera a Motul, existe la Feria de la Pirotecnia, un espacio especialmente diseñado para la comercialización de fuegos de artificio.

Cuenta con medidas de seguridad y está un lugar amplio para la movilización de todos esos productos y muchos más.

Este lugar, como los quioscos en el centro de Mérida, laboran en esta temporada todos los días de 8 a 20 horas.

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