El papa Francisco utilizó hoy una silla de ruedas para llegar al aula Pablo VI del Vaticano para la XXII Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), pues los fuertes dolores en la rodilla derecha que le han impedido caminar para reunirse con las participantes.
El dolor de rodilla no da tregua a Francisco, que este miércoles volvió a pedir perdón por no poder saludar a los fieles en la audiencia general y afirmó que esperaba que se le pasase pronto. Las imágenes durante la audiencia mostraron al papa argentino poniéndose de pie y caminando con enorme dificultad y con la ayuda de dos personas.
Como él mismo también reveló recientemente, el médico le había aconsejado que no caminase en estos días y asimismo explicó en una reciente entrevista que iba a recibir infiltraciones para mitigar el dolor.
En las últimas semanas ha suspendido su agenda algunos días para someterse a pruebas médicas y este problema le obligó a no poder oficiar algunos ritos durante la pasada Semana Santa.