Estados Unidos y la OTAN se mostraron horrorizados este domingo por imágenes de atrocidades contra civiles en Ucrania y advirtieron que el repliegue de tropas rusas de los alrededores de Kiev no implicaba una retirada o el final de la violencia.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los asesinatos de civiles en Bucha, Ucrania, son “horribles” e “inaceptables”, mientras que el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, los calificó como “un puñetazo en el estómago”.
“Es una brutalidad contra los civiles que no hemos visto en Europa durante décadas, y es horrible y absolutamente inaceptable”, declaró Stoltenberg a la cadena CNN, un día después de que se difundieran imágenes de Bucha, ciudad ucraniana recuperada de manos de las fuerzas rusas.
Los asesinatos de civiles en los alrededores de Kiev, la capital ucraniana, se constataron cuando el ejército ruso se retiró de la zona ante la feroz resistencia de las fuerzas locales.
Reporteros de AFP vieron al menos 20 cuerpos, todos vestidos de civil, esparcidos en una sola calle en la ciudad de Bucha el viernes. Uno tenía las manos atadas a la espalda con un paño blanco y su pasaporte ucraniano abierto junto a su cuerpo.
De su lado, el jefe de la diplomacia estadounidense consideró horripilante esas acciones atribuidas a tropas rusas:
El presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, acusó a Rusia estar cometiendo “un genocidio” de civiles en su país, en una entrevicta con la cadena CBS que será emitida este domingo.
Por otra parte, el jefe de la OTAN dijo no ser “demasiado optimista” sobre los anuncios de Rusia de una retirada de los alrededores de Kiev.