Los amigos y compañeros del “Gudo” ya se apuntaron para repetir las retas para cuando Andrés Gudiño Portillo se dé una vuelta por Mérida.
Gudiño es el hombre del momento en Yucatán. Ayer todo mundo hablaba de él luego de su debut en el primer equipo del Cruz Azul. Sus redes sociales se inundaron de comentarios y reflexiones, mostrando el vídeo en que el joven arquero entró de cambio en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.
Una vez más, queda de manifiesto la frase célebre que debe rodear por siempre los pensamientos de todos en la faz de la tierra: “Si lo sueñas, es posible”. Porque a Andrés le costó, pero nunca claudicó, y en estos tiempos del fútbol, y de la vida misma, las oportunidades llegan para quien las trabaja.
Andrés, dentro del planteamiento del director técnico Robert Dante Siboldi, entró a la cancha en el minuto 29 con 15 segundos, sustituyendo a Guillermo Allison, quien abrió de titular.
En el minuto 60, Siboldi usó a un tercer portero, Sebastián Jurado, en el encuentro en que Cruz Azul goleó a los Pumas de la UNAM 4-1, en el inicio de la Copa GNP, que está sirviendo de preámbulo para el Apertura 2020 de la Liga MX.
Robert Dante —que también fue portero durante su etapa como jugador— dijo que planea utilizar a los tres porteros de la misma forma, tomando en cuenta que el dueño de la titularidad, el experimentado José de Jesús Corona, se encuentra recuperándose de una lesión.
Así que podríamos ver al yucateco en algunos otros partidos de la competencia de pretemporada.
Y así hizo historia Andrés Guillermo Gudiño Portillo (27 de enero de 1993, Mérida). Se trata de apenas el primer arquero nacido en Yucatán que juega en la máxima categoría del balompié mexicano, y el cuarto jugador que en este año aparece en equipos de Primera División (Henry Martín, América; Miguel Sansores, Mazatlán; Marcel Ruiz, Xolos, son los otros).
Sus amigos de la secundaria y la preparatoria se sumaron en grande a la fiesta cibernética cuando lo vieron entrar a la cancha. En un domicilio en el fraccionamiento Magnolias, en Chuburná, todos estaban expectantes frente al televisor y junto a la salita de trofeos. Mucho más desde que Siboldi dejó entrever que podría probar a varios jugadores jóvenes y con proyección en esta Copa GNP.
Siboldi llamó a calentar pronto a uno de sus porteros a eso del minuto 25. Era el chico de la Secundaria Federal No. 5 “Alfredo Barrera Vásquez”, el de la Prepa Dos, el que sirvió muchas veces de chambelán de 15 años y animaba fiestas, pero que no dejó nunca de trabajar en su objetivo: ser futbolista profesional.
“Estamos muy felices por el debut de Andrés en Primera y sabemos que igual él está disfrutando este logro”, apuntó su madre, Roselly Portillo Montalvo.
No era para menos. La lucha de este joven, que comenzó desde que se enamoró del balón cuando tenía cuatro años, había alcanzado una de sus metas.
Siendo muy niño llegó a la escuelita del América que estaba en la canchita ubicada a la salida de la Federal 5. Su progenitora nos hace un rápido repaso por los equipos en que estuvo: se enroló con Piaget y de allí pasó al Mérida FC, Deportiva Venados, en Cuarta División y luego en Tercera, y luego se fue a Cancún, Playa del Carmen, regresó a los Venados FC, de donde emigró a Cruz Azul Hidalgo, hasta llegar a ser considerado para el primer equipo de la Máquina.
Resumido todo el andar en unas cuantas líneas, puede hacer que se vea fácil. Pero es intensamente complicado, siendo el fútbol como es, tan competitivo y duro en los ascensos, muchas veces con complejidades enormes que pocas veces se conocen, salvo cuando comienza a hablarse del jugador porque está ya en Primera.
Miles lo intentan y unos cuantos apenas y lo logran. Así lo mencionamos a la mamá del arquero celeste.
“Qué gusto que el ejemplo de Andrés pueda apoyar de algún modo a la juventud, encaminar a los jóvenes a perseguir los sueños, ser perseverante, responsable y disciplinado”, añade.
Días atrás, de manera involuntaria platicamos con el licenciado Jorge Arana Palma, presidente de Deportiva Venados y precursor de los Venados en la categoría mayor del hoy desaparecido ascenso. Tocamos el tema de jugadores como Gudiño, y resaltamos en la charla la lucha incansable de Andrés y del razonamiento de que, al no recibir oportunidad en Cruz Azul por la dura competencia, bien podría ser el arquero titular de los Venados en la Liga de Desarrollo o cambiarse a otro equipo. “Este muchacho ha aguantado. Y eso es muy difícil hoy en día. No cualquiera dura tanto esperando la oportunidad”.
Esa es una cuestión de principios. Andrés Gudiño basa su carrera en el deporte profesional en esos preceptos: sacrificio y perseverancia. Su madre nos lo cuenta así: “Es por algo que desde niño ha soñado. Desde muy chico empezó este trabajo, ha sacrificado muchas cosas, pero al mismo tiempo ha disfrutado de algo que siempre ha querido ser. Nosotros, su familia, siempre le hemos apoyado en sus decisiones, aunque a veces su ausencia nos hace extrañarlo. Pero al mismo tiempo nos llena de orgullo y satisfacción porque está cosechando por todo el tiempo que ha trabajado”.
Eso lo saben los que le conocen. El chico siempre extrovertido y sonriente de la Federal 5 fue seguido palmo a palmo en la televisión por su larga lista de amigos.
Ya apuntaron muchos su nombre para cuando sea posible jugar una reta con”Gudo”. Sí, “Gudo”, el chambelán y animador, que pese a todo lo vivido y sacrificado, sigue luchando por sus metas