The Dark Side of Tulum, el documental dirigido por Rachel Appel revela que Tulum existe en medio de una geografía única, pues yace allí el río subterráneo más grande del mundo, gracias al cual en Quintana Roo y Yucatán existen los maravillosos cenotes. Este río subterráneo, que era tan importante en la cosmogonía maya, está siendo fuertemente contaminado por las prácticas antiecológicas y antihigiénicas de los habitantes de Tulum, incluyendo a gran parte de los empresarios hoteleros que no tratan sus desechos y los liberan a la corriente subterránea.
El problema del sargazo que afecta a los hoteleros y que es evidente para cualquiera que ha visitado Tulum en los últimos años se debe también a que el río subterráneo está mezclándose con los desechos de los baños de los hoteles y condominios.
Otro fenómeno notable relacionado es la destrucción del arrecife de coral, uno de los más grandes del mundo. Hay grandes zonas en las que el coral ya ha muerto, lo cual no sólo pone en peligro “la belleza” y la atracción turística del sitio sino la existencia de la biodiversidad de la zona.
Tulum es una ciudad construida sobre la selva, un terreno que no favorece en primera instancia el lujo que es reclamado por los turistas que viajan allí. Actualmente la ciudad recibe más de 2 millones de turistas al año y cuenta con una población de más de 40 mil habitantes, cuando hace 20 años tenía sólo 4 mil.