En una reciente declaración, el portavoz de la campaña gubernamental en Yucatán, respaldada por el PAN, PRI y Nueva Alianza, Elías Lixa Abimerhi, manifestó su preocupación ante la propuesta de un candidato rival de ceder el control del presupuesto de salud de la entidad al centro del país, incorporándose al programa “IMSS-Bienestar“.
Lixa Abimerhi destacó que Yucatán se mantiene entre los pocos estados que no han suscrito dicho acuerdo, mientras que los 23 estados gobernados por Morena ya lo han hecho, entregando la gestión de la salud pública a un programa federal centralizado.
“El no firmar este pacto permite a los estados administrar de manera directa y eficaz los recursos asignados para la salud pública“, explicó el también diputado federal. Advirtió que las promesas de más hospitales y medicinas gratuitas tras la adhesión al programa son falaces, como lo demuestra la situación actual en las entidades que han delegado la gestión de sus servicios de salud a la federación.
El ejemplo más claro lo constituye el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán, que tras ser incorporado al IMSS, enfrenta problemas de desabastecimiento e insuficiencia de recursos para el adecuado desempeño del personal médico.
“Centralizar los servicios de salud es un grave error. Los gobiernos estatales de Morena parecen obedecer ciegamente a las directrices de Palacio Nacional, comprometiendo la calidad y eficacia de la atención médica“, afirmó Lixa Abimerhi.
El portavoz hizo hincapié en que los centros de salud del IMSS-Bienestar suelen verse desbordados y carecer de recursos, evidenciando las deficiencias de un sistema centralizado. Además, recordó la reciente tragedia en el Hospital del IMSS en Quintana Roo, donde el techo colapsó, señalando la falta de autonomía de los gobiernos estatales para intervenir en estas situaciones.
Hasta la fecha, el programa IMSS-Bienestar no ha logrado garantizar el acceso gratuito a servicios de salud para todos los mexicanos, incumpliendo así el derecho constitucional a la salud. En contraste, en los últimos cinco años, la administración federal ha desmantelado el programa del “Seguro Popular”, dejando sin cobertura de salud a 50 millones de personas.
“Es imperativo que Yucatán siga gestionando sus propios hospitales y centros de salud. Sumarse al IMSS-Bienestar solo significaría una rendición de soberanía y una sumisión a las directrices de Palacio Nacional“, concluyó Lixa Abimerhi.