Danny, Marcelino y Diego, los tres trabajadores de la construcción a quienes acusaron del robo de una casa ubicada dentro del fraccionamiento campestre Club de Golf Malinalco, fueron vinculados a proceso, pese a que el juez reconoció que no se siguieron los protocolos idóneos para el reconocimiento de los imputados.
Los tres jóvenes permanecerán encarcelados durante el tiempo que se realiza la investigación complementaria del expediente y se desarrolla el juicio oral, ya que el delito que les imputa, robo a casa habitación con violencia, amerita la prisión preventiva oficiosa.
Antonio Lara Duque, del Centro de Derechos Humanos, Zeferino Ladrillero subrayó que este caso demuestra que “en el Estado de México se criminaliza, de forma sistemática a las personas de escasos recursos”, pues asegura que constante son víctimas de fabricación de delitos y culpables para que la autoridad pueda mostrar respuesta ante la exigencia de justicia por los niveles de inseguridad que se viven en la entidad.
El calvario de Danny, Marcelino y Diego inició el pasado 11 de noviembre, cuando un comando de la policía ministerial los detuvo cuando iban de salida del Club de Golf Malinalco, donde trabajan como albañiles. En esa ocasión se les acusó del robo a una mujer, en la zona de los arcos, en el centro de Malinalco. La policía ministerial aseguró que los había detenido el flagrancia, pero la juez a la que se puso a disposición el asunto desestimó la imputación por falta de elementos y ordenó su libertad.
Justo antes de que fueran puestos en libertad del penal de Tenancingo, los tres jóvenes pasaron por una sala donde otra mujer, los identificó como responsables del robo de una casa dentro del fraccionamiento Club de Golf Malinalco. La identificación se dio sin que ellos tuvieran apoyo de un abogado y el proceso de reconocimiento, lo hicieron con otros tres hombres más pero de tez clara. “Eran los únicos con características morenas y a quién creen que identificaron?
Por ese reconocimiento, los recapturaron al momento de salir del penal, al que regresaron horas después, pero ahora bajo la imputación de robo a casa habitación con violencia.
El centro Zeferino Ladrillero, que asumió la defensa de los tres trabajadores de la construcción, se dio a la tarea de buscar pruebas para desvirtuar la acusación y demostrar que Danny, Marcelino y Diego estuvieron en otro lugar al momento de los hechos. Presentaron testimonios de vecinos y de encargados de una tienda que visitaron en Chalmita a la hora que dicen que sucedió el robo.
Uno delos elementos que quiso aportar la defensa fue un video de las cámaras de videovigilancia del fraccionamiento para demostrar que ellos salieron del lugar, por la caseta principal, cuatro horas antes del robo.
El fraccionamiento no prestó los videos, con el argumento de que habían cambiado de proveedor de la empresa de seguridad y los de ese día se los llevó la empresa que antes vigilaba el Club de Golf.
Antonio Lara indicó que ahora que los diputados del Estado de México analizan la aprobación de una Ley de Amnistía, se ha hecho un diagnóstico donde se advierte que al menos 19 mil de los 32 mil presos mexiquenses, corrieron la misma suerte que Danny, Marcelino y Diego “y son víctimas de un sistema de justicia que criminaliza la pobreza y fabrica delitos para responder a la exigencia ciudadana”.