La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó hoy su cautela y consideró como una terapia “experimental” con “baja calidad” el uso del plasma sanguíneo de pacientes recuperados del coronavirus para tratar a quienes aún están contagiados por la pandemia del covid-19 en Estados Unidos.
Ayer el presidente de ese país, Donald Trump, autorizó como medida de emergencia ante el coronavirus la utilización de esta fracción de la sangre, la cual contiene, entre otros componentes, proteínas y múltiples sustancias que son requeridas para tratar a enfermos.
La principal científica de la OMS, la doctora Soumya Swaminathan, expresó que el plasma de convaleciente se ha utilizado en el último siglo para tratar numerosas enfermedades infecciosas, con distintos niveles de éxito, pero agregó que el organismo internacional todavía considera la terapia experimental y debería seguir evaluándose.
“Hay una serie de ensayos clínicos en todo el mundo que analizan el plasma convaleciente en comparación con el estándar. Solamente algunos de estos han informado resultados provisionales (…) y por el momento, todavía hay evidencia de muy baja calidad”, dijo.
Agregó que las complejidades de la estandarización en este tratamiento se deben a que las personas producen diferentes anticuerpos. Informó que los países pueden “hacer una lista de emergencia si sienten que los beneficios superan los riesgos”, pero que eso “generalmente se hace cuando se espera la evidencia más definitiva”.
El doctor Bruce Aylward, asesor principal del director general de la OMS, dijo que la terapia con plasma puede tener numerosos efectos secundarios, desde fiebre leve y escalofríos hasta reacciones más graves relacionadas con los pulmones.
“Recomendamos que el plasma de convalecencia sea todavía una terapia experimental; debe continuar evaluándose en ensayos clínicos aleatorios bien diseñados”, dijo Swaminathan en una conferencia de prensa.